miércoles, 31 de agosto de 2022

El Pazo de la Marquesa - Orense


Así es como se conoce el conjunto arquitectónico que en otro tiempo perteneció al marquesado de San Sadurniño y donde hoy se asienta la sede municipal. Lo que se ve en la actualidad es sólo una parte del que hubo en el pasado, ya que el pazo eran el edificio principal, las estancias anexas, los jardines, la capilla derrumbada en 1967 para ampliar la carretera de Ortigueira, el palomar y la granja -hoy restaurante- y un frondoso bosque cerrado que abarcaba más de 100 hectáreas de terreno. 

Lo que queda de aquel tiempo es una parcela de 1.8 hectáreas perteneciente al Ayuntamiento en la que destaca el edificio del pazo. La estructura que se mantiene en parte es fruto de una reforma del siglo XIX sobre una edificación más antigua, seguramente de los tiempos de la fundación del Señorío de San Sadurniño -S. XVI- por Fernando de Andrade, dos años después de la muerte de su esposa, Inés de Castro y Lanzós. 

De hecho, el torreón almenado del pazo está presidido por un escudo formado por la banda engolada por dos dragones de los Andrade y los seis roeles de los Castro. Sin embargo, el pazo original también podría ser una construcción de finales del siglo XVII o principios del XVIII, ya que el marquesado se lo concedió Carlos II al ourensano Pedro Álvarez Reinoso y Argiz en 1688, casado con Francisca Ventura de Andrade, décima señora de San Sadurniño. Sólo tuvieron un hijo, Pedro Francisco Álvarez de Reinoso y Andrade, que murió soltero y sin descendencia. El marquesado y el mayorazgo del señorío pasaron entonces a su sobrino José Jacinto Quindós Reinoso de Andrade, bisabuelo de José Mariano Quindós y Tejada. Este último llegó a ser senador vitalicio, alcalde de Madrid y formó parte de la corte de Alfonso XII. Era el padre de María Natividad Quindós y Villarroel, la última moradora del pazo de estirpe hidalga. 

El edificio tiene planta cuadrangular presidida por un patio interior rodeado de una columnata que sostiene la galería acristalada hoy empleada como espacio expositivo. Los portones del edificio permitían la entrada de carruajes para dejar a los viajeros y viajeras al pie  de una majestuosa escalera de piedra de toelo (o serpentina) por la que aún hoy se accede al primer piso.

Las estancias se distribuyen alrededor de la galería donde en otro tiempo se hacía vida y desde donde se podía subir al torreón y pasar al edificio anexo -ahora exento del principal- que durante buena parte del siglo XX fue casa de acogida gestionada por las monjas de Cristo Rey. Tras la muerte de Natividad Quindós todo el complejo tuvo una finalidad educativa que ahora se ha recuperado en parte con la construcción de una escuela infantil en la planta baja del edificio anexo, remodelado en los años 60 sobre un proyecto del arquitecto Rodolfo Ucha. La fachada sur del pazo cuenta con una gran terraza antaño cubierta por un toldo desde la que se puede bajar a los jardines.

En 1894 se construyó el cierre perimetral y el enrejado de la parte delantera y, pocos años después, se diseñaron los jardines al gusto de la moda modernista: estanques, plantas exóticas, cisnes, pavos reales y otros animales, grandes maceteros y esculturas, bancos, proliferación de azulejos de colores vivos... Los jardines eran el punto de transición a la fraga, donde los propietarios del pazo y sus ilustres visitantes solían organizar meriendas campestres y otras actividades, incluidos los paseos en barca por el río Grande de Xubia. 

A la muerte de la marquesa casi todos los terrenos fueron pasando a manos privadas y el conjunto arquitectónico del pazo quedó totalmente abandonado a principios de los años 90. En 2004 el Ayuntamiento obtuvo la cesión de uso de los jardines y el 29 de noviembre de 2010 adquirió la propiedad del inmueble principal, iniciando un largo proceso de rehabilitación de todo el conjunto que se prolongó desde 2008 hasta prácticamente 2018. 

La antigua residencia es ahora sede del Ayuntamiento, mientras que los jardines acogen los mercados mensusales y son un espacio de ocio donde, además, existe un pequeño parque infantil.

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