Tres especies de Pontedeume han entrado a formar parte del Catálogo galego de árbores senlleiras elaborado por la Consellería de Medio Ambiente. Se trata de un tejo, una araucaria y un metrosidero. Los dos primeros están vinculados a la Casa de Tenreiro y el tercero se sitúa en los jardines de Lombardero, en el centro de la localidad. En la comarca tan sólo el Concello eumés ha logrado figurar en esta publicación.
El departamento autonómico publicó el pasado martes el decreto por el que se regula dicho catálogo, en el que se establecen los árboles y formaciones singulares merecedoras de un ámbito de especial protección. Medio Ambiente también dio luz verde a las medidas de gestión y protección de estas especies y a las infracciones y sanciones a aplicar en caso de que se incumpla el decreto.
La Xunta también recoge la posibilidad de convocar ayudas encaminadas a las conservaciones de las especies protegidas, a su protección o mejora. Además, podrá llegar a un acuerdo con sus propietarios para considerar aspectos relacionados con el uso públicos de estas especies, como son el régimen de visitas y el acondicionamiento de accesos.
El teniente de alcalde eumés, Manuel Rei, recordó ayer que el Concello también trató de incluir en el Catálogo de árbores senlleiras varios ejemplares de Cercis siliquastrum, especie más conocida como árbol del amor y un ejemplar de cryptomeria japónica o cedro del Japón, plantados todos ellos en el jardín de Lombardero. En 2001 encargó la redacción de una guía de árboles de la localidad, redactada por María Xosé Leira. La autora asegura que la zona reúne unas condiciones especiales que favorecen el gran tamaño de algunos árboles, al estar protegida de los vientos del sur. Al tejo vinculado a la Casa de Tenreiro, restaurado por la Xunta hace unos años, le calculan unos 500 años de antigüedad. Se dice que bajo él llego a dar discursos el que fue presidente de la segunda República, Manuel Azaña.
En cuanto a los jardines de Lombardero, en lo que se encuentra el metrosidero protegido, datan de comienzos del siglo XX y esconden importantes especies arbóreas, entre ellas, una araucaria de Norfolk, un abeto del Cáucaso, un magnolio, una palmera canaria y una tulla gigante. También se encuentran los llamados árboles del árbol. El metrosidero, natural de Nueva Zelanda, también es llamado árbol de las brujas, árbol de Navidad o pohutukawa.
La Opinión
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